El auge de las tecnologías digitales ha transformado significativamente el sector financiero en América Latina, abriendo nuevas oportunidades, pero también exponiendo a instituciones financieras y a las y los consumidores a riesgos crecientes, como el fraude de identidad. Según el informe "Combatiendo el fraude de identidad en créditos en América Latina" presentado por Jumio, compañía integrante de la membresía de la Asociación FinTech México, este problema ha alcanzado niveles alarmantes, destacándose como una de las principales amenazas para la estabilidad y la confianza en el ecosistema financiero.
En este artículo, analizaremos las causas, impactos y soluciones al fraude de identidad, enfocándonos en cómo afecta al sector FinTech en México y las estrategias innovadoras para mitigarlo.
El fraude de identidad ocurre cuando un individuo utiliza datos personales falsos o robados para acceder a servicios financieros. En el contexto de los créditos, este tipo de fraude ha crecido exponencialmente debido a la digitalización de la banca y el aumento en el uso de canales virtuales. En México, casi la mitad de las y los consumidores (47%) conoce a alguien que ha sido víctima de este delito, y un 31% sospecha o confirma haberlo sufrido personalmente, según un informe de Jumio realizado en 2024.
De acuerdo con Jumio, entre las causas clave destacan:
● Uso masivo de canales digitales: la transición hacia la originación digital de créditos ha facilitado que las y los estafadores exploten vulnerabilidades tecnológicas, especialmente en plataformas con mecanismos de verificación insuficientes.
● Desinformación sobre deepfakes: el 60% de las personas usuarias de servicios financieros a nivel global confía erróneamente en su capacidad para detectar videos falsificados, subestimando el impacto de estas herramientas en la suplantación de identidad.
● Aumento del malware: según IBM, los ataques con malware enfocados en el robo de identidad han crecido un 266%, lo que plantea desafíos adicionales para la protección de datos personales y la ciberseguridad de instituciones financieras.
El fraude de identidad no solo genera pérdidas financieras significativas, sino que también afecta la confianza de los usuarios y usuarias en las plataformas digitales. Este problema puede desacelerar la adopción de servicios digitales y limitar el alcance de las innovaciones tecnológicas que buscan democratizar el acceso a servicios financieros. Las FinTech, siendo pioneras en la inclusión financiera, enfrentan el desafío de equilibrar la accesibilidad con la seguridad. Un caso emblemático mencionado en el estudio de Jumio señala que, en Chile, Banco Santander fue obligado a indemnizar a una usuaria debido a brechas de seguridad, lo que subraya la importancia de establecer estándares más estrictos y proactivos para proteger los datos y mitigar riesgos.
El informe de Jumio resalta varias estrategias para combatir el fraude de identidad en México:
1. Inteligencia Artificial y análisis predictivo: estas herramientas permiten detectar patrones sospechosos y manipulaciones en documentos, fortaleciendo los procesos de verificación. Además, su implementación en tiempo real optimiza la capacidad de respuesta frente a intentos de fraude.
2. Biometría y pruebas de vida: la incorporación de reconocimiento facial y pruebas de vida asegura que las transacciones digitales involucren a personas reales, no a identidades falsas. Esta tecnología no solo mejora la seguridad, sino también la experiencia del usuario al simplificar los procesos de autenticación.
3. Colaboración sectorial: el intercambio de datos entre instituciones financieras ayuda a identificar comportamientos fraudulentos y prevenir ataques. Al promover una red robusta de datos compartidos, las instituciones pueden adelantarse a los riesgos emergentes y proteger mejor a sus usuarios y usuarias.
4. Educación sobre Deepfakes: incrementar la conciencia pública sobre esta tecnología es crucial para proteger a las y los consumidores.
En respuesta a los desafíos de ciberseguridad, la Asociación FinTech México ha implementado iniciativas clave como el Grupo de Respuesta a Incidentes FinTech (GRIF). Esta iniciativa, lanzada en noviembre de 2024, busca fortalecer la prevención, detección y respuesta ante amenazas cibernéticas. Entre sus objetivos destacan:
1. Intercambio de información: facilitar el flujo de datos entre asociados para identificar y mitigar amenazas, promoviendo una colaboración activa que permita anticiparse a posibles ataques.
2. Reporte de incidentes: implementar un sistema estructurado que permita reportar incidentes de ciberseguridad de forma eficiente.
3. Soluciones y remediación: proveer información y estrategias específicas para atender incidentes, fortalecer la infraestructura tecnológica y prevenir futuros ataques.
4. Mejores prácticas: fomentar la adopción de estándares globales y compartir conocimientos clave entre los asociados, con el objetivo de crear una cultura de ciberseguridad robusta y alineada con normativas internacionales.
El GRIF opera bajo un reglamento que consta de 18 artículos, los cuales definen las normativas y procedimientos para su correcto funcionamiento y aseguran un actuar transparente y efectivo en beneficio del ecosistema FinTech mexicano.
Además, la Asociación ha formalizado su adhesión a la Alianza México CiberSeguro (AMCS), consolidando un enfoque integral para proteger el ecosistema FinTech. Esta alianza permite coordinar esfuerzos con otros sectores estratégicos y amplificar el alcance de las acciones preventivas y correctivas.
Aunque la tecnología ofrece soluciones prometedoras, su implementación enfrenta retos como:
● Costos elevados: muchas FinTech emergentes carecen de recursos para adoptar sistemas avanzados.
● Brecha de talento: la falta de profesionales en ciberseguridad limita la capacidad de respuesta ante ataques.
No obstante, el sector tiene la oportunidad de liderar en innovación mediante la adopción de tecnologías como blockchain y la colaboración entre empresas y reguladores.
El combate al fraude de identidad es un desafío crítico para el sector FinTech en México. La implementación de tecnologías avanzadas, junto con iniciativas impulsadas por la Asociación FinTech México como el GRIF, representan pasos fundamentales hacia un ecosistema financiero más seguro y confiable. Al priorizar la seguridad y educar a las y los consumidores, las FinTech pueden no solo mitigar los riesgos, sino también fortalecer la confianza del público en sus servicios, consolidándose como un motor clave para el desarrollo económico en México y América Latina.